sábado, 31 de outubro de 2009

Flores

Teníamos aproximadamente once años. Fuimos al mercado, a la plaza, a buscar el pescado, el pan y la fruta porque mi madre estaba cansada y porque teníamos que aprender. Entonces las calles eran pequeñas, tenían nombre, y la gente se saludaba al pasar. Compramos el pan, la fruta y el pescado. Junto a los puestos de pan estaban las flores. Era noviembre, había crisantemos de todos los colores. Las dos, mi hermena y yo, tuvimos la misma idea: Unas flores para mamá.
Compramos crisantemos, un precioso y enorme ramo de crisantemos blancos. A mamá le gustaban las flores.
Regresamos contentas con nuestro detalle. Sin embargo, al llegar a casa y abrirse la puerta, su mirada nos asustó. Parecía estar viendo una aparición:
-Y esas flores?
-Son para ti- le dijimos, envolviendo los crisantemos en sonrisas y ansias.
-Para mí?
-No te gustan?
No se atrevió a cogerlos.
Desde entonces sé que los crisantemos son las flores de difuntos. Y ahora que está muerta, prefiero no recordárselo con flores.

sexta-feira, 30 de outubro de 2009

Palabras como balas


Hay palabras que definen nuestro concepto del mundo.
Hay palabras que delatan nuestro mundo.

Arsenal (Significado recogido de www.rae.es): Depósito o almacén general de armas y otros efectos de guerra.
Conjunto o depósito de noticias, datos...


Será que la palabra es un arma de guerra? será que hiere y mata y despoja?

quinta-feira, 29 de outubro de 2009

A arte da desculpa

-Mamai, canta-me aquela canção duma rã...
Às vezes o cérebro marcha veloz, outras, anda devagar. Procuro rãs na zona infantil do meu e quase instantaneamente evoco príncipes encantados, cucus que cantabalarana, Gustavo que é o nome de rã por excelência, a moça e o cântaro, aquela velha estória duma rapariga orgulhosa que negou água a uma mendiga ... e respondo finalmente, perguntando:
-Aquela de cucu cantabalarana?
-Não, não é essa! Era outra que cantavas quando chegávamos a esta página do livro.
O conto abre-se no meu colo e nos seus desenhos está engasgado o olhar do Nicolás. Náo há rã nenhuma na página, apenas um céu do que resvala chuva e umas crianças que brincam à roda.
-Nico, mas agora não lembro...
Desespera-se então e antes do pranto e da exigência, tento educar:
-Olha Nicolás, vá ver: no cérebro há como uns bichinhos miudinhos miudinhos que se chamam neuronas. As neuronas têm uns rabinhos que se juntam e então nós é que podemos lembrar e pensar as coisas. Se as neuronas não se juntarem ou andarem devagar... a mamai não pode lembrar. E as pessoas maiores, às vezes, temos as neuronas um bocadinho cansadas... sabes?
-E como são as neuronas?
Salvada! Procuro na rede ilustrações de neuronas, cérebros à vista, e esquecemos rãs e desesperos.

Hoje,dias depois, voltou da escola com rosto de façanha:
-Como foi, Nico? Que tal na escola?
-MariLuz castigou-me.
-Outra vez? Mas por quê foi?
-...
-Por quê foi, o quê fizeste ?
-... Não sei por quê foi mamai, não lembro... é que não "se me pegan" as neuronas!
"Un poco de silencio
pausa
el aleteo del tiempo
en el reloj
respiro
una fiesta de pájaros
en el cielo
pausa
una ventana
respiro
los brazos caídos
y sin embargo
observa
los ojos
están abiertos"


También de La noche en blanco.

quarta-feira, 28 de outubro de 2009

La noche en blanco

"el perfil de un árbol muerto
acecha en la ventana
el viento araña la noche
y yo en la sombra
cuencas abiertas
me obstino en olvidar
que llegará mañana"


De un poema de P.Cabo

terça-feira, 27 de outubro de 2009

Sabor a tiramisú y el nombre de Nicolás

Hoy está de cumple y solo de pensarlo se me pone un nudo en la garganta. No sé cuántos años tiene, pero sé que es aproximadamente de mi edad. Nos acercamos de puntillas a los cincuenta. De puntillas, porque algo en la mirada y la cintura, en la manera de andar, delata esa voluntad suya de romper el ritmo, de hacerse otra vez desde casi el principio, de trampear a la vida para darle un rodeo.
Hoy está de cumple y no le voy a hacer ningún regalo.Un pacto tácito (tras algunos días explícitos) nos distanciaron hace algún tiempo. No sé si distanciarse implica echarse de menos. Yo la he echado de menos y por eso, todavía, recuerdo que hoy es su cumpleaños.
Me acuerdo de apoyarme y recostarme en sus palabras, de su presencia en tantas pausas difíciles. Sus consejos, sus manos en mis hombros y también sus lágrimas. Recuerdo especialmente su voz en el teléfono, llorando, una tarde. Ella, que nunca se rompía. Recuerdo también el día que escogimos el nombre de Nicolás. Nicolás, de entre todos los nombres, cuando Nicolás todavía no tenía ni siquiera los ojos negros. Y hoy, también, como no, el sabor del mascarpone en el tiramisú.

A la deriva

Entró en el baño de mujeres y se miró en el espejo mientras lavaba las gafas bajo el grifo.
-Por Dios! qué cara más horrible tengo!- dijo en voz alta. Sin dramatismos, como una queja rutinaria por el rostro cansado en el que acababa de reconocerse.
A su lado, una compañera, arrugó el gesto y pareció seguir el hilo de la conversación:
-Sí, este calor a estas alturas de octubre... es muy molesto...
Y entonces se dio cuenta de dónde nacía su problema. Casi se resistió, pero no pudo, no encontró valor ni voluntad suficiente:
-Es que no sabes ni qué ropa ponerte...
-Sí-continuó la otra -y lo peor es el calzado, botas, sandalias... -
-Es un lío, a ver si viene el otoño de verdad, que es lo que toca....-
Y salió del baño perdonándose otra vez. Con los hilos de su exclamación primera deshilachados en el gesto. Con su conversación remendada, mal zurcida a la boca. Sabiendo que todavía no era capaz de mantener el rumbo.

domingo, 25 de outubro de 2009

Trilingüismo

Entra no meu quarto puxando a porta com as duas mãos e fica parado no umbral como um protagonista.
-Olha Nico, isso não é jeito! Pareces um cowboy!
-Um caoboi?
-Pois é, um cowboy...
-O quê é um cowboy?
-Os que aparecem nas filmes com chapéus grandes e botas, que pelejavam contra os índios...
A Clara acode na minha ajuda, Nico não viu filmes de cowboys:
-Nico, o amigo de “Buzlaiyiar”... – traduz desde o seu quarto.
O Nicolás compreende, mas quer saber:
-Esses são cowboys? Woody é cowboy?
-São. Cuidavam o gado, as vacas.. . lembras o que quer dizer cow em inglês?
-Vaca. Cow é vaca!
-E boy, não sabes o que é boy?
-Boi?... Boi é o noivo da vaca....
E a sua certeza é tal, a sua inocência é tão limpa e brilhante no seus olhinhos... que tenho que envolver num beijo a breve lição de inglês.

sexta-feira, 23 de outubro de 2009

El diablo en la carretera...

Primero pensó que llevaba una puerta abierta o tal vez una rueda baja. Echó un vistazo a los avisadores del salpicadero. Nada. Soltó un instante el volante para comprobar la dirección. Nada. Pero las luces del camión continuaban parpadeando en el retrovisor. Miró entonces para el bajo de la puerta a su izquierda, tal vez el vuelo del vestido atrapado con las prisas se arrastraba ahora en jirones por la carretera. La falda se acurrucaba bajo sus piernas disciplinada y seria. El camión se alejaba poco a poco reduciéndose a un punto intermitentemente y luminoso en el espejo. No sé qué peculiar tendencia para lo imprevisible y difícil se empeña en guiar sus actitudes en la vida, el caso es que pulsó las luces de avería como respuesta cómplice a lo que, sin lugar a dudas, era un cumplido. El camión respondió de inmediato con un nuevo guiño.
-Sonreí - me dijo un poco coqueta- y continué mi camino.
Esta mañana ha vuelto a suceder. A la misma altura. Adelantó un camión en la autovía y algo en la maniobra se le hizo familiar. Comprobó su correcta situación en el adelantamiento, se situó con amplio margen ante el vehículo adelantado y de pronto las luces, el guiño.
-Otra vez!- con cierta inquietud.
Lo más curioso es que ella dice que el matiz de las luces ha cambiado. Que se ha establecido cierta familiaridad, que se reconocen. Que de alguna forma las luces se convertirán en un lenguaje y que la expresión del morro del camión volquete y la inflexión del tono de sus luces cambia con el día, con la lluvia o el sol.

segunda-feira, 19 de outubro de 2009

Pour plaisir (d´écrire)

Atravessou a rua e entrou na tasca que ficava na esquina. Era uma tasca de homens onde o cheiro a tabaco velho nas paredes invitava a sair. Arrastou os olhares com elegância, como uma cauda, como se fossem dela, e pediu um corto de cerveja. Em certos momentos a ousadia dos homens é menos brilhante que o medo ao ridículo, e por isso o silêncio que provocaram os seus saltos altos voltou a transformar-se. Primeiro um cochichar turvo, depois vozes e risos como se ela não estiver ali. Ali, de pé no balcão do bar, calada e vertical, bebendo a cerveja.
Aquele local estava em aquele recanto mesmo desde antes de existir a rua, quando as casas pareciam reticências a duvidar do futuro da cidade. Ela morava em aquela rua antes que as reticências tivessem número de portal. Antes de chegarem as calçadas. Mas nunca, em tantos anos, atravessara a porta do bar.

Tempus fugit

Hay fines de semana que son así. Apagas el ordenador el sábado a mediodía y la realidad se convierte en un torbellino del que no sabes cómo salir sin que realmente pertenezcas a ella, a la realidad. Sales corriendo para el ocio armada de sonrisa y luciendo perspectivas. Después el aire te envuelve y empiezas a pensar en el más tarde, no en el más allá, solo en el más tarde, un poco más tarde. Pero “más tarde” se convierte en pompa de jabón y estalla antes de soplarle, de tocarlo, de verlo marchar. “Más tarde” es cuando iba a descansar, cuando iba a cenar despacio, cuando iba a ver una peli, cuando iba a limpiar los baños, cuando iba a desayunar con el suplemento semanal, cuando iba a dar un paseo, cuando iba a escuchar a Clara, cuando iba a sacar la plastilina....
Pero ya es lunes y de nuevo estoy aquí sin haber llegado a estar en otro lado.

sábado, 17 de outubro de 2009

Identidades, crianças e filmes.

O Nicolás e a Candela diante do filme: Branca da Neve. Silêncio na sala. Os olhares paralelos e certos no televisor. Os lábios quietos. Eu arrumo a casa com a certeza da sua calma e escuto o Nicolás interromper o filme e o silêncio:
-Eu peço ser o anão zangado.
-Pois eu peço a ser Branca da Neve.
E quase sem respirar o Nicolás que responde, resmungão:
-Pois não deverias estar aqui!
E o filme continua, mas eles já não são eles. Ou talvez são sempre eles.

sexta-feira, 16 de outubro de 2009

quinta-feira, 15 de outubro de 2009

De lobos e de anjos

-Fica um bocadinho mais conmigo, mamai, tenho medo...
-Mas, Nicolás, tens que adormecer, não tenhas medo.
Então, amparada na macia escuridade do quarto e com esse sabor tristezinho que me perseguiu durante o dia, decido falar-lhe:
-Olha, vou-te contar uma coisa: A minha mamai, a avó Pina, lembras?
-Sim, lembro.
Eu sei que agora ele recorda apenas o recordo que não deixo apagar, como um lume pequenino. Mas tanto faz, agora também dá calor.
-Pois a avó Pina nunca tinha medo. Ela dizia que sempre estava acompanhada pelo seu anjo da guarda. Dia e noite. E não tinha medo nenhum.
-O quê?
-O anjo da guarda, é como um amigo que não vemos e que sempre fica com nós e está atento para que não tenhamos medo e nunca fiquemos sozinhos. Então, ainda que eu vou para a cozinha a recolher a mesa, tu podes ficar tranquilo porque ele estará sempre contigo, desperto à tua beira, coladinho a ti.
Os seus olhos estão mais abertos agora, mais brilhantes e redondos. Mas de pronto muda a sua luz e responde:
-Já, mamai, mas eu tenho medo do lobo que se não estás tu, ainda se vai comer o meu “angelito”!

quarta-feira, 14 de outubro de 2009

Nosotras y nuestros contextos

El teléfono me hace salir de la ducha a primera hora de la mañana. Es mi hermano. Nuestro padre se ha puesto enfermo y a él le resulta imposible acercarse a su casa.
-Está bien, en cuanto deje a Nicolás en el autobús voy para allá. No te preocupes. Clara está mejor, queda dormida. Tranquilo.

Acelero la mañana. Salgo a toda prisa. Bejo, carícia, abraço en la parada del bus. Hay tiempo para una cara triste porque Evellym no ha llegado a tiempo, tal vez está malita. Pero no te preocupes, Nicolás, yo le daré tu beso y le diré que se ponga buena.
Pienso, precavida, que mi padre tiene 88 años y mi hija está en cama con Gripe Ah! Decido parar en el supermercado (pocas tiendas abren a esas horas) a ver si hay mascarillas.
-Disculpa- a la cajera ociosa desde la puerta -tenéis mascarillas?
-Sí, en el segundo pasillo, hacia el fondo.
Entro sin dudar de mis pasos. Sin perder tiempo.
Camino por el segundo pasillo y hacia el fondo voy desacelerando: L´Oreal, Palmolive, Hidrogenese, Garnier...
Regreso con la sonrisa improvisada junto a la cajera mientras pienso que mi aspecto precipitado debe ser evidente:
-... me refería a mascarillas...- Y me llevo la mano a la boca y la nariz, porque si digo "faciales"....
Por lo menos nos hemos reído tempranito, antes incluso de que las ferreterías abran sus puertas.

terça-feira, 13 de outubro de 2009

Agua

Ha sido extraño. Me he quedado con la imagen de la botella de agua mineral en la nevera. Transparente y líquida. Solo eso. Una botella de agua en la nevera. Una botella de agua.
Después, cuando iba en el coche, ha vuelto la transparencia y de pronto, como si yo acabase de llegar a la Tierra, me ha sorprendido el agua.
El agua. Agua.
Tan transparente, líquida. Una materia imposible. Una textura impensable. Agua.
Solo eso. Me he parado a pensar agua.
Creo que ha sido el cansancio. O tal vez un manojo de neuronas despistadas, de esas que no encuentran los nombres cuando los busco, que los confunden o que a veces se empeñan en poner mirada de interés para irse de paseo cuando alguien habla. Neuronas independientes que han tomado el poder de mi evocación y ocupación.
Pero qué extraña es, de verdad, el agua!

segunda-feira, 12 de outubro de 2009

Entre nosotras

Tiene fiebre y la doctora ha dicho que es gripe, con toda probabilidad gripe A porque es la más común en estos momentos.
-… y como la niña es diabética, tenemos que considerarla grupo de riesgo y administrarle antivirales: tamiflú. En realidad esto no va a suponer una mejora, es posible que los síntomas remitan algo antes…
-Bien, dice la madre, el protocolo establece que se le recete tamifú, pero me reservo el decisión de dárselo o no. Es joven, su diabetes está controlada y es reciente… Y el tamiflú no me inspira ninguna confianza, entre nosotras, me fío más de la gripe.
-Por supuesto. Es más…
Entra en ese momento la enfermera con el medicamento en la mano.
-Llévatelo- le dice la doctora- no se lo vamos a dar. Es más… en realidad va a ser igual que lo tome o no. Que descanse, que tome paracetamol e ibuprofeno y solo si empeorase, vuelvan por aquí.

Me ha gustado ese sentido común y ese punto de rebeldía y libre criterio que el sistema y la madre han podido ejercer.

domingo, 11 de outubro de 2009

Adolescer

Se mira y se remira en el espejo antes de salir para el instituto. Se estira la camiseta y sube un poco los hombros. Ladea la cabeza. Voy bien? Pregunta. Y yo, un tanto resabiada, le contesto: mira hija, cuanto más te preocupas de lo mona que vas, más te alejas de lo linda que eres. Y eres muy linda. Hace una mueca que encaja en mi resabio, carga la mochila, y se marcha sin beso, llena de prisas, a coger el autobús.
Ha crecido, pienso, crece. Es una mujercita ensayando el papel. Los secretos, las llamadas, el chat, la ropa que se ha probado encima de la cama…
Hoy tenía fiebre. He subido al llegar del trabajo a su habitación para saber cómo estaba. Leía.
-Mamá…
Y tendiéndome el libro, me ha dicho con un tono que todavía recuerda:
-Mamá… me lees?
Y, hasta que se me secó la boca, hemos vuelto a habitar en aquel lugar del que nunca se ha ido.

sexta-feira, 9 de outubro de 2009

Cáncer

La llamé otra vez porque desde hace varios meses no podía dejar de pensar en ella. Y ella no me devolvía las llamadas, ni los correos, ni los sms. La llamé otra vez porque, aunque sé que es una mujer muy ocupada, me preocupaba un silencio tan largo. Y tiene gracia que a mí me preocupase un silencio tan largo, a mí, que desaparecí de su vida una mañana de septiembre y le rogué que me diese por muerta, cerrando delante de sus ojos atónitos mi vida de un portazo. A mí, que dejé pasar veinte años antes de volver a llamar una tarde, otra vez de septiembre, para pedir perdón.
Pero eso era ya historia. Veinte años que se hicieron historia igual que las momias se hacen polvo en las películas cuando les da la luz. Veinte años que no resistieron a una tarde de paseo y de café entre palabras.
Así que la llamé otra vez porque no podía dejar de pensar en ella, y aunque la sé ocupada, me inquietaban los sueños y una cierta debilidad de mi memoria.
-Es que tengo cáncer- me dijo, con voz de niña que se disculpa.
Metimos palabras como algodones en una herida hasta reírnos.
Lo dijo como una niña que se disculpa. Seguimos hablando. Dice que su madre siguió colgando las cortinas.
Hablamos toda la tarde, hasta que la palabra se quedó sin acento, sin mayúsculas, sin dientes. Hasta que nos salió de la boca sin comillas ni puntos suspensivos, sin susurros.
Se está curando.

quinta-feira, 8 de outubro de 2009

Pescar mamás

Estou de mau humor, chateada. O prato de Nicolás continua cheio e o relógio não quer deixar cair uns minutos de gorjeta. Já não sei mais ameaças para que termine. Já ficou sem o conto novo, sem brinquedo para levar à escola, já adverti de que vai ir para fora, agora que é noite e tudo ficou escuro. Mas o Nicolás continua a adiar os bocados, a brincar com a colher na poça fria de gravanços com tomate.
-Olha Nicolás, termina já a ceia, termina esse bocado que fica e vá para à cama!
O meu aceno é de madrasta de Cinderela, de bruxa de Branca Neve. Essa transformação impossível só própria das mães ou dos loucos.
Entao o Nicolás arroja a rede do seu olhar para enredar o meu que quase afoga:
-Mamai, o quê disseste?
-Que acabes!
-Não... eu escutei que dizias uma coisa muito linda...
E não quero, mas pergunto, um pouco coxa de voz:
-Que coisa...?
-Escutei que dizias: “venha Nico, mi amor, só fica esse bocado, acaba por favor...”
Nicolás tem os olhos pretos, por isso quando sai a pescar mamás, nunca vou saber onde é que fica o engodo.

segunda-feira, 5 de outubro de 2009

Otra vez

No es solo la lluvia y el cielo gris. Lo sé porque otras veces este mismo cielo me ha envuelto con mis propios brazos sobre los hombros e incluso me ha arañado una sonrisa: un suspiro que en que asumo delante de la ventana, y hasta una cierta sensación de calma y de retorno. No puede ser solo la lluvia y este cielo gris.
Pero entonces esta sensación triste de derrota y renuncia, esta sensación de haber perdido y no tener voluntad de revancha...
Siempre es circunstancial y conozco detrás de esos ojos que no respiran, ahogados en el espejo, la fragilidad de su angustia. Pero ahora duele y me cubro del verdín del silencio, resbalo en las paredes y caigo sin saber si quiero salir.
No es solo la lluvia y el cielo gris.

quinta-feira, 1 de outubro de 2009

Empatía

A veces pasa y es fácil. Otras veces es imposible y en ocasiones es posible aprender. Aprender siempre es poco a poco, día tras día, conversaciones, lecturas. Es posible que todo resida en la mirada, dice Luis Goytisolo: “Y es que la mirada tiene un algo de ventana, que tanto permite recibir luz como emitirla, captar lo que nos dice como escrutar el interior de quien lo dice…” (Cosas que pasan).
A veces pasa que conoces a alguien y así de pronto se acopla en tu vida. Entiendes sus reticencias, sus pausas y sus frases cortadas. Se estremece la piel cuando te cuenta, por ejemplo, que ella se entristece cuando un niño dice que no le gusta ir al colegio cada día. Y su mano cerrándose delante del corazón casi pellizca el tuyo. A veces es fácil e inevitable. Se abre una puerta y una voz dice: pasa… y sabes, de pronto, que ya estabas allí.