domingo, 30 de janeiro de 2011

Credibilidade e fantasia.

-”Y el mosquito no sabía como salir de la barriga del cocodrilo, perdido y rodeado de tantas tripas”-
-Um momento!- irrompe o Nicolás no conto da noite com aceno de dúvida no dedo índice estranhado-
-Qué!- pergunto com o incómodo de estar a adormecer a horas pouco próprias de criança.
-Por quê é que fala de “tantas tripas”? Tripas á apenas duas mamai...
-Eh! Como duas tripas, Nicolás? Há muita tripa na barriga dum crocodilo...
-Nao, mamai, há apenas duas.. traz cá o livro do corpo que eu cho mostro..
-Já sei , já sei.. Nicolás..
Mas nao aguarda, pega no livro, procura a página e entao mostra a ilustraçao do intestino grosso e o delgado.. e abre muito os olhos grandes para dizer que nao há mais tripas...
Eu recomponho a frase, e continuo:
-”Y el mosquito no sabía como salir de la barriga del cocodrilo, perdido y rodeado en los intestinos...”.. Porque certamente tenho medo de nao saber em qué intestino ficaria duvidando um mosquito engolido por um crocodilo.
As crianças podem acreditar o impossível... mas doem-se muito da falta de rigor.

sexta-feira, 28 de janeiro de 2011

José

José es un hombre alto y grande con una sonrisa que tiene algo de vela en el océano, de bucanero feliz. Junto a él se sabe un abrazo cálido que ampara, como un niño escondido en la nocturnidad cómplice de un armario. Habla y cuenta con una voz que enreda amarrada a la tierra y escucha con esa mirada que arde con el fuego. Es un hombre grande y alto, de brazos como alas.
Ayer volvió temprano de trabajar. Callado. La mirada hacia dentro y los hombros sin fuerza. No traía ni abrazos, ni sonrisa, ni palabras. Encallado en la tristeza.
El dinero no da para el gasoil. Sin gasoil no hay trabajo. Sin trabajo.. no hay barco, no hay mar, no hay hombre. Sin trabajo José, no sabe ser grande.
- Y entonces- me dice ella con la cara en una mueca del dolor que no cabe- se echó a llorar.
José se echó a llorar y en las lágrimas de José nos ahogamos todos.

quinta-feira, 27 de janeiro de 2011

Greve geral

Apenas sei dizer que é preciso reagir.
Eu nao tenho muita facilidade para isto, mas Ander deixa cá muito claro. Percorrer também o enlace a El Roto

quarta-feira, 26 de janeiro de 2011

Consciência da infância.

Caminha arredor da mesa e vai pousando as colheres com as suas mãos pequeninhas. Com essa seriedade na rotina que só as crianças sabem guardar. Junto a cada prato, a sua colher. Pergunta cada noite quanto somos a cear, mas ele bem sabe, somos quatro. A seriedade do rito instala-se também no seu olhar e na conversa:
-Melani é o meu coração, mamai. Vou-na querer sempre.
Está namorado. Melani é a conductora do autocarro da escola. Uma rapariga de cabelo encaracolado e sorriso branco. É por ela que termina a tempo o pequeno almoço e sacode os lençois cheios de sono sem terminar.
-Vou-na querer sempre- Insiste.
Mas depois da terceira colher, cuidadosamente pousada junto ao prato vazio, afina o seu pensamento e acrescenta:
-Ainda que, na verdade, tou a pensar... que pode ser que quando seja maior não a saúde. Pode ser que nem a saúde...
-E isso por quê, Nicolás? por quê não ias saudar à Melani?
E sem deixar de arrumar a mesa para a ceia, sem mesmo olhar para mim, resume:
-Porque suponho que já não me vou lembrar. Quando seja maior, não me vou lembrar dela.
E eu calo porque nem sei como sabe, com essas mãos pequeninhas, que a infância fica apagada entre um barulho de dias a desabar em rotina.

terça-feira, 25 de janeiro de 2011

Elvira

"Por el arco de Elvira
voy a verte pasar
para sufrir tus muslos
y ponerme a llorar".
Federico García Lorca

Campanean sus faldas mientras desciende la cuesta y sus carnes retumban arrebatando miradas y saqueando el deseo.
Se llama Elvira y su madurez se hace convulsa en las caderas, desparpajo en los pasos y calma en la mirada. Pero solo con su nombre y con el eco de su andar bajo el arco, se abre el día. Huele a pan y los pájaros todavía están contentos en las ramas. Algún gorrión picotea en la acera y los hombres esperan por el sol haciendo grumos de sombra ante las puertas. Ella camina sabiendo sus espaldas cargadas de miradas y de lenguas. Entonces alguien dice un ole que la rodea como el aire de junio. Elvira solo se vuelve y con sus ojos negros despliega una sonrisa que apuntala el recuerdo. Y el tiempo sigue sin pausa hasta mañana en que ya la esperan.

segunda-feira, 24 de janeiro de 2011

Charquito del alma

No se habría creído capaz de salir a la calle con aquella camisa arrugada, los zapatos sucios y sin peinar. Sin embargo estaba allí. Conducía escuchando la voz de la Bartolli suavizando sus pensamientos, pero la música no le impedía oir ese goteo, ese charquito del alma que incluso en días de sol la habitaba como una caverna.
Iba sin querer seguir.
Cada día.
Sin embargo, al llegar, saludó como si no hubiera dudas, ni charco, ni goteo, ni alma. No habló, pero dejó que el tiempo corriese sin arenas ni chirridos y hasta miró con paciencia su imagen en el espejo para intentar corregir aquel descuido.

Este texto puede ser para Natalia.

sexta-feira, 21 de janeiro de 2011

Camelia Jordana


"Non, non, non", de Camélia Jordana.

"Non, je ne veux pas aller mieux
A quoi ça sert d'aller mieux
Non, je ne veux pas m'habiller
Non plus me maquiller
Laissez-moi m'ennuyer
Arrêtez avec vos questions"

Que quiere decir...
"No, no quiero estar mejor.
¿De qué sirve estar mejor?
No, no quiero vestirme.
Tampoco maquillarme.
Dejad que me aburra.
Terminad ya con vuestras preguntas".

Escuchadla aquí
Y Nuestros amigos del Norte nos cuentan más.

quinta-feira, 20 de janeiro de 2011

Reyes Mágicos.

Por la mañana temprano los centros comerciales pueden volverse mercados, casi zocos, donde la gente, sobre todo mujeres, remolonean en conversaciones redondas y acogedoras como plazas.
Contaba las monedas mientras la cajera, con su mano pacientemente extendida y atenta, conversaba todavía sobre la Navidad. La señora, que rondaría los setenta años, resumía comidas y regalos de Reyes.. y después, entregando el importe exacto- nada de tarjetas- confesaba:
-Pero sabes, siempre tengo la sensación de que van a volver porque se olvidaron de dejarme algo. La tengo desde que era niña y me sigue pasando. Me quedo esperando...
Me miró para darme paso pero solo alcancé a sonreírle.
"Habría dado cualquier cosa por llamarme Melchor"

quarta-feira, 19 de janeiro de 2011

A modo de esperança

"Primeiro deixa de chorar.
Respira.
Dorme.
Agora deixa correr o tempo até que saia frio. Espera, igual que esperas pela água para beber.
Em quanto o tempo corre, caminha.Viaja. Volta. Caminha. Procura luz. Nao permitas que a dor, a vingança, a raiva, a amargura, o fracaso, o ódio, a victória, ou qualquer outra alimanha ocupem a tua casa. Só tu governas. Ninguém mais.
Entao, se a tua mao sob o tempo já percebe frio, pensa: O quê precisas? Falta alguêm? Como querias envelhecer quando amavas?
Amas?
E entao?
Sozinha, sobre um monte de dias apilados como lenha, prende o lume.
O lume: se queres que ele volte, para que o veja. Se queres ficar sozinha: para caminhar sem peso".

Traducçao libre sobre um texto de Kamal Amin.

Opacidad y llanto

Pasa los ojos sobre las nubes que descienden las montañas y es como si pasase las manos sobre la opacidad que a veces tiene el alma.
Busco sinónimos y ninguno vale.
Bajan acariciando la ladera, lamiendo con tenacidad los árboles y los peñascos. Ella observa y espera sin saber si las nubes llegarán al río, como un llanto, o se irán diluyendo en la calidez de la mañana inexperta.
Espera. Las manos frías. Las nubes abrazadas a la tierra parecen haber muerto. Se escucha solo latir por dentro. Por fuera algunos pájaros.

segunda-feira, 17 de janeiro de 2011

Una casa en un sueño

Abrió la puerta y reconoció el aire tibio y el olorcillo de su casa. Era un olor indefinido, una calidez envuelta en la penumbra de la entrada y el silencio. El silencio. Encendió la luz. Cerró la puerta. Con los brazos caídos y las llaves todavía en la mano permaneció unos segundos en medio de su casa. Era su casa. Los brazos caídos paralelamente al cuerpo y a las piernas. La gabardina abierta y cansada como sus propios hombros. Estaba a gusto reconociendo el hueco que su cuerpo ocupaba. Delante de él la escalera subía a los cuartos y parecía vacía. Esperaba por alguien. Las escalera esperaba un trote alegre que no sucedía. Iba a saludar, pero no se atrevió a decir nada. Entonces tuvo miedo. Se le alborotó el corazón y lo atrapó un silencio espeso que no era suyo, que no era aquel. Quiso darse la vuelta y salir corriendo, pero todo lo ataba a aquel rincón. La escalera esperaba suspendida en el aire. Las llaves cayeron al suelo y el suelo se rompió como se rompían aquellos vasos gruesos de la infancia: en miles de ínfimos pedazos peligrosos. Entonces se movió. Dejó la gabardina sobre la silla y sin decir nada, subió a recordar que las habitaciones estaban vacías.

domingo, 16 de janeiro de 2011

Pequeno melodrama satirítico infantil

Com as tesoruas da escola, eu que às vezes brinco a ser valiente, corto-lhe o cabelo ao Nicolás. Está nu dentro da banhera e move a cabecinha sem pausa. Agora fica uma crista, agora semelha quase um dinossáurio, agora um gato em perigo...
-Fica quieto Nicolás! Vou te fazer dano se não paras.
-Olha mamai, cortas muito bem os cabelos, sabes? De maior podias ser cabeleireira...
A que fica imóvel sou eu . Olho para o seu carinho e vejo a confiança da que abuso.
-Mas Nicolás... eu já sou maior.. já sou o que ia ser... já sou o que estou a ser...
E o pequeno Nicolás, sem reparar no melodrama continua a mover a cabecinha a risco de ficar uma orelha.

Crocodilo tiradentes e existencialismo

Três dias depois do Dia de Reis, á noite. Cabeça com cabeça na almofada, ponte insone de piolhos em festa, eu bem sei. A sua voze pequenina que ilumina como pirilampo o quarto:
-Olha mamai.
-O quê, Nicolás...
-Tu sabes por quê há coisas das que gostamos muito muito muito o primeiro dia.. e depois..
-Depois quê?
-...depois já não.. depois já deixam de ser muito importantes....
Eu percebo, mas acho impossível que criança de cinco anos possa ter pensamentos de tão alta filsofia.. e insisto para confirmar:
-Não percebo, Nicolás, por exemplo?
-Por exemplo o Crocodilo tiradentes... ou o hidroavião.. O prmeiro dia não podia ficar um instante sem eles.. mas agora.. agora.. já tanto faz.
-Claro... Dorme Nicolás, estás muito cansado... - Aproveito a vantagem que me oferece o sono.
Cabeça com cabeça na almofada, ponte insone de piolhos, escuto como está a crescer.

quinta-feira, 13 de janeiro de 2011

Hormigas

Estuvo mirando aquella manera que tenían las hormigas de morirse. Llegaban al umbral de la puerta donde estaba el veneno y comenzaban a retorcerse, a contorsionarse, a deformarse. Estuvo mirando para ellas un buen rato hasta que oyó la voz de los niños en la plaza saliendo del colegio. Entonces se olvidó de las hormigas y caminó calle abajo. Silbaba. Siempre que caminaba acababa silbando. Se dejaba llevar por los chillidos que siempre tenían acento de verano, aunque todavía fuese primavera. Intentaba no pisar las juntas de los adoquines y por eso su andar era irregular. Pisaba com la punta del zapato, saltaba, ladeaba un pie, abría las piernas... Silbaba y caminaba sin ritmo. Al llegar a la esquina se encajó la gorra hasta la frente y al ver a los niños se echó a correr hacia el centro de la plaza. Nunca le daban. Los gritos se hacían más agudos, como de pájaros hambrientos. Se arremolinaban las voces y había carreras desordenadas como en un hormiguero roto. Nunca le daban. Sin dejar de correr llegaba a la puerta de la Iglesia y se paraba, jadeando, solo para estar seguro de que no le seguían.

quarta-feira, 12 de janeiro de 2011

Mirada verde

De no haber tenido los ojos verdes, se lo habría dicho. Si no me hubiese mirado con aquel color tan lejano, habría acabado por decírselo. Pero no se lo dije. No pude. Me observaba mientras yo trabajaba sin querer tropezarme con ella. Deseando que no me hiciera preguntas, que dejara de salpicarme con su mirada inquieta y tenaz. Seguí cortando los filetes y metiéndolos en bandejas. Me volvía para precintar los paquetes con celofán y seguía sintiendo la presencia de sus ojos, que eran tan verdes.
-Nunca te cortas?
Preguntó sin dejar de seguir mis manos.
Habría tenido que decírselo, pero no se lo dije. Tampoco le respondí.
Corté cuatro filetes más y los envolví también con rapidez de furtivo.
Cuando me atreví a encararme a su mirada, ella sonreía. Sonreía incluso antes de que yo pudiera extender mi mano. No le dije nada. Cogió los filetes y se fue corriendo, como si hubiese sabido que aquello podía no estar sucediendo. Se fue corriendo sin limpiarse los mocos y dejando una estela plateada de pez entre la gente.

segunda-feira, 10 de janeiro de 2011

Solo pasa una vez


Y le ha pasado a Marc. A mi amigo Marc, que es capaz de ver y de estar.

Liturgia

Se quedó un instante mirando el perfil de su hija ante el televisor. Pensó que tenía sueño pero no lo dijo en voz alta porque la idea de hablar le producía una lejana sensación de aburrimiento. Se levantó torpemente y con un gesto y media sonrisa le indicó a ella que se dejase estar.
-Voy a recostarme un rato- dijo por fin con la voz acurrucada en la garganta.
-Me parece bien, papá.
Y se fue con pasos cortos hacia su cuarto. Abrió la ventana para que el aire dulzón de junio entrase entre las cortinas echadas. Todavía cantaban los pájaros.
Descalzó las zapatillas con el gesto tembloroso y lento al que había terminado por reconocer como suyo. Escuchó el aire y otra vez los pájaros. Reparó en la luz que recortaba un camino brillante sobre el suelo.
Se acostó sobre la cama y entonces vio en la puerta a su hija que lo miraba como como quien recolecta recuerdos. Dejó que ella lo cubriese con una manta ligera y entonces sonrió. El beso que le dejó en la frente hizo ondas suaves en la sonrisa.
-Despiértame para merendar...
-De acuerdo, papá.
Y la vida, ellos lo sabían, eran solo estos gestos litúrgicos con un vago sentido.

domingo, 9 de janeiro de 2011

Desenredar

Es posible que sea necesario haber desenredado alguna vez un ovillo de lana para percibir la sensación de los últimos centímetros. La ligereza de lo que falta, la forma perdida, la perspectiva rota de lo que ha sido, el movimiento torpe del hilo sin peso, casi a saltos o suspiros. Es posible que sea necesario haber desenredado un ovillo para intuir que si hoy se le quedaban las palabras en los ojos es porque hay poca lana que desenredar. No sé dónde se habrá ido enredando el hilo... espero estar guardando lo suficiente, lo suficiente para tejer cada día un poquito.

quinta-feira, 6 de janeiro de 2011

Lágrimas de creme

Como ela há tempo que nao está, procuro-a nos sabores, que sao os que contêm mais dose de passado com estado de presente. Se consigo um sabor que pertencia a ela, ela entao está ainda à mesa. Hoje cozinhamos uma rosca de Reis. Seguimos a receita como uma liturgia, mas no fim, quando as frutas pintam cores entre o açúcar... rompemos propositadamente a linha com lágrimas de creme que se douraram no forno. Eis o sabor, a creme dourada entre o pao da rosca. O meu dia de Reis. Ela ainda sentada à mesa.

terça-feira, 4 de janeiro de 2011

Impostura

A veces la sonrisa es aprendida, ya lo sé, pero aún así vale la pena. A veces los gritos también son de memoria y aún así, es mejor evitarlos. A veces los saludos son de compromiso y son igualmente acogedores. Está claro que no es mi noche.
Sostenía un vaso mientras hablaba, con gesto de desvarío noctámbulo o de profeta, pero los dos sabían que era mentira. Que el vaso estaba lleno de zumo de piña y que ni las altas horas servían de disculpa para los silencios afectados y las frases sin sentido.
A veces, dijo él. Y le dejó el camino tendido para que siguiera perdiéndose o enredándose en sus palabras. Ganando tiempo a la noche. Pero ella se levantó y prefirió marcharse dejando atrás aquel brindis, aquel zumo de piña encantado, aquella mirada que se llevó a cuestas hasta el umbral de la puerta, donde la sombra hacía imposible dejar rastro.

segunda-feira, 3 de janeiro de 2011

Outro dia de Natal

Eu bem sei que a chuva de hoje caia cansada. Gostava de apagar as pegadas de tanto sonâmbulo a carregar sacas de mentiras. Eu bem sei que a chuva de hoje caia cansada, como cansados íamos nós atravessando a cidade no carro, na cápsula de angústia que nos adentrava neste vazio transitado. Mas no meio do cansaço e da chuva sem vontade, escutava-se a voz miúda de anjo incosnciente e feliz que desgoverna. Apenas por essa voz, tinham sentido os charcos, tinha sentido a marcha sem sentido e até o sabor do sal como blasfemia a irromper na boca de chocolate.